Los participantes al
XVII Seminario Internacional “Estado
Social y Democrático de Derecho”, organizado por la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos (CNDH), el Movimiento Socio-Cultural para los Trabajadores
Haitianos (MOSCTHA), la Fundación Étnica Integral (FEI) y la Plataforma
Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD), desde el 4 hasta el 10 de diciembre en ocasión
del 66 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aquí
reunidos en el Hotel Be Live Canoa en Bayahibe, después de haber atentamente evaluado y analizado con la
asesoría de expertos internacionales en
tema de protección y defensa de derechos humanos, abogados constitucionalistas
y defensores de los derechos humanos, la situación del Estado Social y
Democrático de Derecho en nuestro país, y después de haber acogido los justos
reclamos de representantes sindicales, de juntas de vecinos, de organizaciones
sociales y populares, ambientalistas y juveniles, en fin, de
la gran mayoría de la sociedad civil dominicana,
Expresamos
lo siguiente:
1)
La sociedad dominicana sigue permeada
por una gran inequidad estructural que no coincide con la imagen paradisiaca que se
quiere presentar a los ojos de la comunidad internacional sobre todo por lo
que concierne las inversiones extranjeras y el sector turístico.
2)
En línea general los servicios públicos son afectados por profundas deficiencias
económicas y estructurales y por la
corrupción que reina en la administración pública del Estado.
3)
La población es atemorizada e indignada
por los altos índices de criminalidad y violencia en las calles, llegando al
punto que los ciudadanos se limitan en
su derecho constitucional a la libre circulación.
4)
La
fuerza de seguridad pública, lamentablemente, lejos de ser
vista y percibida como un aliado de la ciudadanía en la lucha a la criminalidad, muchas veces se convierte
en su peor enemigo. Son escalofriantes los datos respecto a las ejecuciones extrajudiciales,
las desapariciones forzadas y los casos de tortura y tratos inhumanos y
degradantes.
5)
La corrupción,
sobre todo a nivel de la política y de la administración del Estado es enorme y descarada y se hace fuerte por
la impunidad que reina soberana en las aulas de los Tribunales.
6)
El sicariato
ha cobrado fuerza, lo que ha llevado
a tipificar esta figura criminal en la reforma del Código Penal recientemente
aprobada en el Congreso de la República. Sin embargo hay evidencias, que la
mayoría de los sicarios al servicio de los narcotraficantes eran policías que
salieron de la institución.
7) La
criminalización de la pobreza y la criminalización de la protesta social
son ya políticas de Estado.
8)
Hay un grave y preocupante retroceso en
el país por lo que concierne la libertad
de expresión. Los periodista
críticos del poder se enfrentan en el desempeño de su trabajo, casi en
forma diaria, con amenazas, chantajes y presiones de todo tipo, desde la simple
advertencia hasta la demanda en los
tribunales
9)
Los defensores de derechos humanos
se encuentran hoy en día en una
situación de profundo riesgo para su trabajo práctico y su vida. Ha habido casos de amenazas de vario tipo contra los
abogados de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que están llevando los
casos de los familiares del Comité de Familiares de Víctimas de Ejecuciones
Extrajudiciales y Desapariciones Forzadas.
10)
La
Republica Dominicana sigue siendo indicada por los organismos internacionales
como los uno de los países donde se
produce apatridia y el país ha sido puesto varias veces en el banquillo de los
imputados por el incumplimiento de los tratados internacionales firmados y
ratificados.
11)
La
situación respecto al derechos al trabajo es crítica con índices de desempleo
en crecimiento y fuertes limitaciones de las
libertades sindicales
12)
La
situación ambiental y la protección de nuestros recursos naturales está a merced de grupos económicos que tienen el
país hipotecado a los intereses
extranjeros
13)
Los derechos de los más vulnerables como
los niños niñas, ancianos, y personas con discapacidad son
violentados cotidianamente por un sistema con deficiencias profundas a nivel
estructural, así mismo por los derechos de las mujeres y de la población LGBT.
En
fin, por todo esto, y por mucho más, en
plena responsabilidad y conciencia,
Declaramos lo siguiente:
En la República Dominicana no es
vigente el Estado Social y Democrático de Derecho como
establecido por el Art. n. 7 de nuestra Constitución.
Por
lo tanto hacemos un llamado al Estado dominicano a que asuma su obligación de
realizar el cumplimiento efectivo de un verdadero Estado Social y Democrático
de Derecho en nuestro país.
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