Santo Domingo, 28 de septiembre de 2014
Querida Ana,
El Comité de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales y
Desapariciones Forzadas desea por ese medio expresarte hoy su más profundo sentimiento
de cercanía y empatía hacia la situación terrible que junto a tu familia estás
viviendo desde el 28 de septiembre de
2009, día de la desaparición forzada de tu esposo Juan Almonte.
No nos da miedo llamar esa tragedia con su nombre: desaparición forzada.
Ínsitas en esa palabra, como quiere el derecho internacional de los derechos
humanos, están todas las responsabilidades que apuntan hacia el Estado dominicano
en esa horrible violación de los derechos humanos.
Falta la admisión publica de la
verdad respecto a cuanto ocurrido ese día, falta una investigación exhaustiva y
completa de los hechos, que sabemos estás esperando junto a los organismos por
la defensa de los derechos humanos que
te acompañan en ese proceso.
Tener un familiar desaparecido, y
más aun desaparecido por los órganos del Estado, que son los que deberían velar sobre la
seguridad de sus ciudadanos, representa una violación de lesa humanidad que se
comete tanto contra la persona cuanto contra sus familiares, condenándoles de hecho a vivir en un limbo de incertidumbre, de angustia constante
en el que el transcurrir del tiempo, lejos de ser el consuelo que generalmente
sana todas la heridas, es una tortura permanente.
Deseamos que sepas, querida Ana que
en este Comité, tú y tu familia, encontrarán siempre un grupo de amigos y
hermanos con quienes compartir penas y esperanzas y sepas que aquí estamos y
estaremos a tu lado, junto a las demás organizaciones de defensa de
los derechos humanos que te están apoyando
como Amnistía Internacional y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en cualquier acción nacional e internacional
quieras emprender para obtener la verdad sobre la desaparición de tu querido esposo
Juan.
Tomas Núñez
Vocero Comité de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales
y Desapariciones Forzadas
República Dominicana
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