La desaparición forzada es un crimen de Estado y es considerada desde 1983 como un crimen contra la humanidad por la Organización de los Estados Americanos (OEA). Es, por lo tanto, imprescriptible y continuado, sin posibilidad de indulto o amnistía.
Se entiende por desaparición forzada “el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de la libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley” (artículo 2 de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas).
La primera convención internacional sobre las desapariciones forzadas es la Convención Internacional sobre Desaparición Forzada de Personas de 1994, mientras en 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha adoptado la Convención para la Protección de Todas las Personas de las Desapariciones Forzadas. Firmada en París, Francia, el 6 de febrero de 2007, ésta se logró después de 25 años de luchas llevadas por asociaciones internacionales para la defensa de los derechos humanos y por las asociaciones de los familiares de los desaparecidos. La Convención de las Naciones Unidas, vigente desde el 23 de diciembre de 2010, después de la vigésima ratificación, reafirma los principios de la precedente Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra la Desaparición Forzada de 1992 y estipula precisas disposiciones a las que deben atenerse los Estados.
Lamentablemente el Estado dominicano no ha firmado y ratificado ninguna de las dos convenciones.
En nuestro país la desaparición forzada, aunque no haya registrado tantos casos como por ejemplo en otros países de América latina y Caribe cuales por ejemplo México y Colombia, se ha configurado en años anteriores como un instrumento de represión política por la eliminación física de militantes y de opositores tanto del régimen dictatorial de Leónidas Trujillo, cuanto del gobierno autoritario y represivo de Joaquín Balaguer, con la falsa transición a la “democracia”. En ambos casos los desaparecidos eran activistas sociales, líderes comunitarios, sindicalistas, políticos y estudiantes.
Sucesivamente, ya en “democracia”, algunos organismos de seguridad del Estado han seguido con esa práctica: por la mayoría han sido casos de jóvenes y activistas sociales desaparecidos en un contexto sumamente grave de violencia policial por parte de la Policía Nacional, institución fundada por Trujillo en el año 1936.
Recordamos entre todos, los casos del periodista y abogado Guido Gil desaparecido en 1967 y del líder popular Henry Segarra, desaparecido en 1969. Más recientemente el de Narciso Gonzalez “Narcisazo” desaparecido en 1994 (el Estado ha sido condenado por este caso por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos en el 2012), el del joven dominico-haitiano Gabriel Sandy Alistar desaparecido en 2004, el de Juan Almonte, militante y defensor de derechos humanos desaparecido en 2009, el controvertido caso de Alfonso Santana en 2012 y el ultimo de Randy Vizcaíno, desaparecido desde el mes de diciembre de 2013. Por todos hay evidencias que se trate de desapariciones forzadas.
Desde la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hemos asumido plenamente en los últimos años la tarea de defender y apoyar los familiares de las victimas de desapariciones forzadas en el largo camino que implica un proceso de esta naturaleza. Con el fin de dar una respuesta unitaria a la tragedia que cada una de ella vive, hemos impulsado la formación, el pasado mes de febrero, de un Comité de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales y Desapariciones Forzadas.
Actividades realizadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD) y el Comité de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales y Desapariciones Forzadas en el marco de la semana internacional del Detenido Desaparecido:
Sábado
24 de mayo:
En el vigésimo
aniversario de la desaparición forzada de Narciso González “Narcisazo” el
Espacio Cultural y Deportivo Narciso González y la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos (CNDH-RD) realizan el
Conversatorio sobre la vida y la obra de Narciso González. Participa la esposa
de Narciso González y el Comité de Familiares de Víctimas de Ejecuciones
Extrajudiciales y Desapariciones
Forzadas.
Lunes
26 de mayo:
Actividades
diferentes en recuerdo del vigésimo aniversario de la desaparición el 26 de
mayo de 1994 del activista, poeta, catedrático y periodista Narciso González
“Narcisazo”. Entrega de nota de prensa “¡Narciso
González: 20 años de impunidad!” de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos (CNDH-RD).
Sábado
31 de mayo:
Reunión del Comité
de Familiares de Ejecuciones Extrajudiciales y Desapariciones Forzadas en la
oficina de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con objetivo la organización de las próximas
actividades del Comité y dar seguimiento a los casos a nivel jurídico en los
tribunales del país. Organización de la campaña para presionar el Estado en la
firma y ratificación de las dos convenciones internacionales sobre
desapariciones forzadas. Discusión sobre la participación del Comité en la Federación
Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos
(FEDEFAM).
Lanzamiento del
informe sobre los casos más recientes de desapariciones forzadas, informe que
abrirá una campaña a nivel nacional en el país para concientizar e informar la
población sobre la temática: se prevén notas de prensa, artículos en los medios
locales y abertura de página web sobre los casos de los desaparecidos.
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