CNDH APOYA DOCUMENTO DE PRENSA DEPOSITADO A LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
Han pasado ya dos meses y medio desde que el 30 de Noviembre de 2010 finalizaran las Vistas Públicas llevadas a efecto por la Comisión Especial presidida por el diputado Teodoro Ursino Reyes, y a pesar del tiempo no se avista el momento en que se seleccionen las ternas que deben ser remitidas al Senado de la República para finalmente escoger al Defensor del Pueblo y sus dos suplentes, como lo establece la Constitución de la República.
Desde que fuera aprobada la Ley 19-01 que crea la Defensoría del Pueblo, lo que hemos visto los ciudadanos y ciudadanas de la República Dominicana ha sido una flagrante falta de interés y voluntad para darle vida a esa figura jurídica que se está llamada a salvaguardar los derechos fundamentales de las personas cuando éstos sean violados por funcionarios, instituciones públicas y prestadoras de servicios.
Parecería que dicha falta de voluntad se explica en que determinadas instancias de poder no quieren verse sometidos a controles como los que supone la Defensoría del Pueblo, o que intereses políticos quieren verse representados en el Defensor del Pueblo, aún cuando la Constitución establece que dicha figura no puede estar ligada a organizaciones políticas.
Existe el temor de que la inmadurez de la clase política o sus intereses hagan que la Defensoría del Pueblo se sume al rosario de leyes aprobadas y promulgadas que no se cumplen. Recordemos que en 2003 los honorables diputados de entonces escogieron las ternas, pero el Senado las engavetó.
¿A qué se debe la dilación en seleccionar las ternas si ya los aspirantes a la Defensría del Pueblo han sido escuchados y evaluados?
Dentro de los aspirantes hay quienes, además de ser altamente valorados por la Comisión Especial, gozan del reconocimiento de de la sociedad dominicana en su conjunto, por su probidad, su capacidad, su altruismo y su trayectoria de toda la vida en defensa de los derechos fundamentales y la dignidad nacional.
Es sobre la base de esa apreciación moral y de los resultados de dichas evaluaciones que deben conformarse las ternas, pues la Comisión Especial tuvo la oportunidad de oir a cada aspirante conocer sus propuestas y programas a ejecutar en caso de ser escogidos.
La Cámara de Diputados debe cumplir con el mandato otorgado por el pueblo dominicano y presentarle al Senado de la República unas ternas que garanticen que la Defensoría del Pueblo y sus dos suplentes recaerán sobre personas idóneas, verdaderas defensoras de los Derechos Humanos, la soberanía y la institucionalidad de la República.
Usted, Señor Presidente, tiene en sus manos la oportunidad de cumplir con ese mandato soberano.
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