Les recordamos que se regresa a clases mañana, el lunes 21 de abril. Ni el martes, ni el miércoles.
Es triste que el ministro de Educación haya tenido que instruir a los Centros Educativos para que tomen medidas, como la realización de pruebas de Matemática, Lengua Española, Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza los días lunes 21 y martes 22, para motivar a los estudiantes a asistir a clases tras los periodos de vacaciones.
La participación a clases de nuestros hijos debería ser interés más de nosotros los padres que del Ministerio de Educación, así como deberíamos exigir que todos los maestros atiendan a su trabajo ese día y deberíamos reclamar cuando esto no ocurre.
La participación a clases después de vacaciones es una forma de respeto hacia sí mismos, hacia la Educación como valor y como derecho universalmente reconocido, hacia los maestros, hacia la colectividad entera que lucha y anhela a un mejor país. Ir a clases el día después de vacaciones es también una forma de respeto hacia la Patria, y cumpliendo con ese derecho que es también un deber, colaboramos a construir una sociedad más justa y equitativa.
La excusa de que ese día no se hace nada y que solo se habla de cómo se han pasado las vacaciones no tiene fundamento. Regresar a clases y compartir con los amigos y con los maestros como hemos pasado las vacaciones, relacionarse con los demás, conversar, es un momento educativo muy importante y como tal debería ser tomado en cuenta por los alumnos, los maestros y los padres. Ese día es necesario para reorganizar las ideas antes de empezar el trabajo y la rutina. Si no se hace el primer día, habrá que hacerlo el segundo o el tercero y se estarán perdiendo días de clases, faltando a nuestros compromisos, con nosotros mismos y con la sociedad. Recordémonos hoy de revisar cuadernos y libros de nuestros hijos para que mañana tengan todo en orden y sus tareas y compromisos al día.
Lamentablemente, hay que decirlo, los que faltan a clases son también los maestros, esa si es una actitud que un Centro Educativo debería sancionar severamente y los padres deberían condenar, así como se deberían sancionar los alumnos que no participan el primer día de clase sin ninguna justificación.
Inútil hablar tanto de respeto, educación y compromiso, si no se ponen en práctica.
El derecho a la educación se construye y se asume antes en nuestros hogares como valor y luego se reclama al Estado.
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