Lucha por Loma Miranda Parque Nacional

martes, 12 de enero de 2010

VIERNES, ENERO 08, 2010
UN INTERROGATORIO QUE TERMINA EN SONRISA


NAGUA.-Este martes el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos llegó temprano para atender la cuarta cita que el Ministerio Público le había hecho para que respondiera a un interrogatorio sobre el secuestro del joven Eduardo Baldera Gómez, registrado el 18 de septiembre del año pasado.
El interrogatorio encabezado por la fiscal Mari Luz Almanzar y el coronel jefe del Departamento Anti Secuestro de la Policía Nacional, Jacinto Minaya, se prolongo hasta unos minutos después de las 7:00 de la noche.
La incertidumbre se apoderaba de algunos dirigentes populares que llegaron de distintos sitios con el fin de darle apoyo al activista de los derechos humanos.
Junto a Manuel María Mercedes, estaban los abogados Pedro Baldera y Chico Mejía, además de dos acompañantes que vinieron desde Santo Domingo.
Fuera del Palacio de Justicia y en los pasillos se especulaba sobre la situación.
Y hasta muchos preguntaron que si sería que lo iban a secuestrar.
Esto es preocupante.
El Jefe de la Policía es que está presionando.
Esto es pan y circo.
Eran las frases que se escuchaban entre los dirigentes de grupos como el FALPO, la ADP, el MIUCA y representantes de otras organizaciones quienes llegaron al lugar para respaldar a Mercedes.
Tras el interrogatorio el primero en salir sonriendo fue el coronel Jacinto Minaya y minutos después lo hizo también sonriendo la magistrada Almanzar.
Mercedes estaba ofreciendo declaraciones a la prensa y en medio de las conversaciones hasta tomo tiempo para hacer ciertas jocosidades.
Se reía hasta "con la muela de atrás".
Al responder preguntas de Vidadominicana.com, dijo que no se trato de un interrogatorio, si no de una conversación definida como “muy amena”.
También dijo que contrario a lo afirmado en otras oportunidades, el encuentro con el Ministerio Publico de Nagua, no tenía que ver con presuntas presiones desde la Jefatura de la Policía, ante las advertencias de un sometimiento a la justicia del mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
Dijo que no tenía miedo a nadie porque lo que una vez conoció como “cuco”, lo perdió en su pueblo natal San Juan de la Maguana.
Argumento que antes, no había venido al “conversatorio” por la forma como lo habían citado, pero que si se hubiese imaginado que se trataba de una forma “tan amena” viene antes de tiempo.
Revelo que los investigadores les hablaron sobre una llamada que habría hecho uno de los presuntos secuestradores y sobre una carta que tenía otro durante un “intercambio” de disparos en la Línea Noroeste.
También revelo, aunque no entro en detalles que escucho grabaciones de varios interrogados en torno al secuestro de Baldera Gómez.
Vigilante

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