LA CNDH-RD AL LADO DE LA CLASE TRABAJADORA DOMINICANA POR
UN 1° DE MAYO DE LUCHA
Este 2015, la
celebración del Día Internacional de los
Trabajadores se perfila
particularmente importante para la clase
obrera y trabajadora dominicana.
Es un 1° de Mayo de renovado
espíritu de lucha y de coordinación de
fuerzas sociales, pero también de desafíos y de retos importantes.
La Comisión Nacional
de los Derechos Humanos (CNDH-RD),
reafirmado el compromiso asumido
en nuestro 1er Congreso Nacional del mes
de octubre del año 2013, en el cual nos empeñamos a promover
la integralidad de los derechos, no puede y no quiere estar al
margen de este proceso social de restructuración y de reorganización de la
clase trabajadora.
Las trabajadoras y los trabajadores dominicanos vienen
enfrentando desde meses un proceso importante y difícil por lo que
concierne las discusiones alrededor de la reforma
al Código del Trabajo.
Se está evidenciando cada mes que pasa, la actitud prepotente y arrogante del
empresariado nacional con el claro intento de que todo se quede igual.
Sin embargo la situación económica para miles y miles de
familias dominicanas que dependen de esa miseria de sueldo mensual que
perciben, que es muy por debajo de los niveles de otros salarios de la región y que según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) en nuestro país se ha mantenido prácticamente
invariado desde el año 2000, es verdaderamente trágica. Mientras los patronos
proponen un titánico trabajo de “reclasificación” de las empresas, que llevará
meses en realizarse, los trabajadores (y sus familias) simplemente lo que
padecen es hambre por buena parte del mes.
Lo que la clase
empresarial parece no entender es que son esos mismos salarios de hambre los
que frenan el crecimiento económico, ya que niegan poder adquisitivo al pueblo
dominicano.
Derecho al trabajo no quiere decir solamente salir de la casa
la mañana para ganarse una comida, quiere decir, como establece nuestra Constitución en su Artículo 62,
tener “un empleo digno” y quiere decir también “condiciones de existencia dignas” para los trabajadores y sus
familias y la oportunidad de gozar de “descanso
y disfrute de tiempo libre” así como establece el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Una mirada panorámica a la situación del país muestra que hay
insatisfacción y malestar en cada sector
productivo del país, desde los maestros hasta las enfermeras, desde los trabajadores del
sector artístico y cultural hasta los trabajadores de las zonas francas,
pasando por los portuarios y los
cañeros. No hay un solo sector que no esté en movilización.
Por otro lado, por lo
que concierne la situación respecto a la libertad sindical lamentablemente tenemos que decir que en la República Dominicana se están
viviendo graves retrocesos.
Emblemática la
situación de los controladores aéreos, a los cuales reiteramos todo nuestro apoyo y
solidaridad, despedidos por las
denuncias que han ido haciendo, de
graves faltas e irregularidades en el sistema de radares del tráfico aéreo en
nuestros aeropuertos. Ellos llevan ya
100 días de protestas frente al Palacio Nacional, ignorados por las autoridades competentes y por la
Presidencia de la República a pesar de
haber recibido el máximo respaldo de las mayores organizaciones de categoría a
nivel internacional.
Finalmente, y no por
ser menos importantes, recordamos en este 1° de Mayo todos los muertos por accidentes laborales,
muertes invisibles y silenciosas, hombres y mujeres de los que nadie
recuerda, fallecidos a causa del incumplimiento de parte de las empresas de las
medidas de seguridad en los lugares de trabajo
y de las cuales ni siquiera hay un dato cierto o un registro dada la
alta tasa de informalidad e ilegalidad que reina en el sector laboral.
Este 1° de Mayo estaremos con sus familias y al lado de cada trabajadora y trabajador
dominicano de cualquier sector, tanto
público que privado, tanto del sector formal que del sector informal, fomentando y abogando la unión de todos
ellos hacia una renovada consciencia de clase
y un nuevo espíritu unitario en la reivindicación del derecho al trabajo
digno, contra la informalidad y la precariedad de las nuevas formas contractuales, por la libertad y organización sindical y
apoyando la huelga organizada como forma
de protesta legitima.
Santo Domingo,
1 de Mayo de 2015
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